jueves, 21 de mayo de 2020

¿A mano o a máquina? La importancia de la ortografía.

Las faltas de ortografía se han convertido en el caballo de batalla de los maestros, nos encontramos con alumnos que llegan a sexto, incluso con buenas notas, cometiendo faltas de ortografía “imperdonables”. ¿Pero tan imperdonables son? La importancia de una buena formación puede llegar a ser la que nos dé el éxito educativo, y en conseguir un trabajo, sobre todo en un mundo cada vez más exigente.
¿Y como funciona nuestro cerebro para este aprendizaje? El cerebro tiene herramientas para decodificar de dos maneras distintas las palabras: por una parte, proporcionando sonido a las palabras; y por otra, uniendo las letras escritas sobre la página a las representaciones básicas que tenemos almacenadas, algo de lo que se ocupa la región occipito-temporal del cerebro, y que permite identificar rápidamente una palabra.
La herramienta más eficaz y que mejores resultados ha dado siempre ha sido la lectura. Cuanto más entrenemos la lectura todo será rápido y sencillo para esa decodificación, pero estudios recientes nos hablan del importante papel de la escritura a mano, la cual “activa tres regiones del cerebro: la motora, la visual y la cognitiva” (Marta Ochoa Mulas es especialista en Neurofisiología, Neurología, Neurología Pediátrica y Cuidados Domiciliarios en HM Hospitales), al hacerlo se activan muchas redes neuronales, y por consiguiente, mejora nuestra capacidad cognitiva. La activación de la memoria es uno de los beneficios más importantes de escribir a mano, pues como dice la doctora Ochoa estimula la memoria semántica, «el almacén en el que guardamos todo el conocimiento». Esto se debe a que cuando plasmamos, no solo se piensa en la palabra en sí, sino también en todo el conocimiento de cómo escribirla, dónde está acentuada y cómo se desplaza la mano para escribirla. En estos tiempos donde la tecnología lo ha invadido todo, el noble arte de escribir nos puede proporcionar mejores frutos para nuestro cerebro que el hecho de teclear con el móvil o el ordenador. Lo que nos hace pensar que esa mala ortografía que detectamos puede ser consecuencia del uso desmesurado de la tecnología. 
Volviendo a la ortografía, la comprensión de las reglas ortográficas y de formación de las palabras ayuda al desarrollo del vocabulario y facilitar la lectura, ayudando para que entiendan las nuevas palabras desde su sonido, significado y sintaxis. En definitiva, la ortografía también nos permite descubrir que “prehistoria” probablemente se refiera el período previo a la historia (periodo donde comenzamos a tener constancia de textos escritos), pero no todos llegan a adquirir esa habilidad, como decíamos al inicio del artículo. ¿Qué se puede hacer?
Lo que se suele hacer, habitualmente, es la repetición y memorización de vocablos y reglas ortográficas, pero hay una parte del alumnado que no llega a interiorizar por mucho que insistamos, y es ahí donde entra la ortografía con pictogramas, que no es otra cosa que una estrategia con ayuda de la memoria visual, una herramienta para conseguir automatizar la ortografía sin necesidad de pensar en reglas ortográficas. Se automatiza la escritura de las palabras, sobre todo las palabras que con más frecuencia se cometen  errores. Las personas con buena ortografía no piensan en reglas ortográficas cuando escriben y los alumnos que inician su aprendizaje tampoco, sólo cuando dudan. La memoria visual ortográfica es una técnica, una herramienta que facilita el aprendizaje de la escritura ortográfica correcta, desde la especialidad de educación especial os invito a utilizarla.

ANTONIO MORAL AMUEDO, maestro de Educación Especial. 

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